Estadística

jueves, 17 de noviembre de 2011

El fin justifica los medios

Tiempo de crisis. Toca una buena dosis de discurso demagógico y populista. La historia se repite (como siempre). Hartos ya de todo lo anterior, hasta los mismísimos del orden de las cosas, queremos algo diferente, queremos cambiar las cosas, queremos CAMBIO. Y como no, el Partido Popular se ha agarrado fervientemente a esa palabreja: cambio. Lo han hecho hasta el punto de fusionarse, ellos SON el cambio, son la representación terrenal del cambio. Ellos nos sacarán de ésta, pues son EL CAMBIO, es decir, son el nuevo orden, la nueva dirección, una vuelta de 180º. No me cabe duda que a partir del 20N las cosas van a cambiar, a peor.

Los propios medios, independientemente del partido al que sean afines, le dan la victoria al PP, siempre con una correctamente colocada coletilla para no ofender al votante del PSOE, por si las moscas: “(si ganan, claro)”, “(si llegan, claro [a la Moncloa])”. Tener dudas todavía de su irremediable victoria es sinónimo de no haber entendido o ni siquiera haber escuchado su discurso. Populista y demagógico. Promesas vacías que prometen grandes logros, pero nunca incluyen el “como”. El PP está usando la técnica de “El fin justifica los medios”. Aplicada a una campaña electoral consiste en llenar la cabeza del votante desquiciado (es decir, sin uso de razón) con cosas que quiere oír: empleo para todos, sanidad para todos, educación para todos, etc. pero sin decir de dónde demonios sacar el dinero para todo eso (recuerdo que “público” no quiere decir “gratuito”). Y una vez en el Gobierno, consiste en aplicar toda clase de medidas y reformas en perjuicio a la propia ciudadanía, contando, paradójicamente, con el voto del pueblo como respaldo. Qué cosas tiene la vida, ¿no?

Que sí hombre, que ya hemos oído mil y una veces lo de la austeridad. Por cierto, gracias a Rajoy he aprendido esta palabra nueva. Juro no haber oído esta palabra nunca hasta ahora de la boca de un político. Ya veis, en tiempos de bonanza y derroche, palabras así no vienen a la boca de nadie. Hemos cansado al pobrecito Rajoy con tanta pregunta sobre los recortes. Él está cansado ya de hablar de tanto recorte. “Yo no quiero hablar de recortes. Yo quiero hablar de crecimiento económico, de recuperación económica”. ¡Claro que sí campeón! Si todos queremos eso, pero si no nos dices cómo lo vas a hacer… Ya sabemos que te importa el empleo y todo eso, pero queremos saber cómo exactamente vas a crear 5 millones de puestos de trabajo.

Pero a lo mejor le estamos malinterpretando. A lo mejor su intención es buena, y lo que quiere es que todos entendamos sus ideas y su programa, sin tecnicismos, sin conjuros ni palabras raras. Él solo quiere ponerlo fácil…

¡JÁ!

De eso va precisamente. ¿Pero es que nos toman por completos idiotas? Ya solo falta que nos pongan el babero y que nos den la papilla.

Esta mañana en Los Desayunos de TVE entrevistaban a Gallardón. Ana Pastor le ha preguntado una y mil veces si el PP iba a volver a la normativa anterior del tabaco, en la que se podía fumar en los bares. Gallardón, usando la jugada clásica del PP, se ha ido a ideas generales o al último término. No ha parado de decir que si la salud esto, que si la salud lo otro, que si la salud les importa mucho. Perdón. ¿Vais a volver a la normativa anterior? Pero que la salud es lo primero, que si la salud, que si no sé que… ¿Os suena el patrón, verdad?

Lo queramos o no (de los pocos que estamos) la gente va a votar al PP. Y como dijo Cospedal, cuando la gente vea “las cosas que se tienen que hacer, saldrán a la calle”.Creo que no se imagina a la magnitud que llegarán las protestas. Tarde o temprano la gente se dará cuenta de su error, y Rajoy no llegará a cumplir su legislatura.

No. Me he equivocado un par de párrafos más arriba. Los españoles ya vamos con el babero puesto. Nos es que nos tomen por tontos, ya lo somos. A ver cuando conseguiremos despertar, pero esta vez todos.

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