¿En qué consiste el valor? ¿Qué caracteriza a un héroe, a un luchador?
No le tengo especial aprecio al boxeo ni a la religión, pero esta es una insólita historia digna de ser contada.
George Foreman nació el 10 de enero de 1949, en Marshall (Texas). A los 19 años ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1968. Al año siguiente debuta como profesional, gana los 13 combates que realiza, 11 de ellos por K.O. Además, con el record de haber derribado a Cookie Wallace en 23 segundos.
En 1970 sigue con la racha imparable y vence en 12 ocasiones, 11 por KO. Al año siguiente gana sus siete combates y se convierte en aspirante al título.
El 22 de enero de 1973 consigue el título frente a Joe Frazier, con una facilidad asombrosa.
Defiende el título en dos ocasiones, en una de ellas, se deshizo de José King Román en 55 segundos, el KO más rápido de la historia entre aspirante y campeón.
George Foreman no caía muy simpático en ese momento, pero estaba en su punto culminante, y la prensa lo reconocía como uno de los mayores púgiles de todos los tiempos. Pero no todo dura para siempre, llegó el combate definitivo.
El 30 de octubre de 1974, se enfrentó Muhammad Alí, un aspirante de 32 años (que luego sería para muchos el mejor boxeador de todos los tiempos) frente al imbatido campeón. Un combate que se considera de los mejores de la historia.
Los expertos daban la victoria a George Foreman, pero el carisma de Alí se había ganado al público de Kinshasa (Congo), donde se celebraba el combate.
Alí bailó frente frente a Foreman, pero Foreman le aplicó un golpe tras otro con un castigo físico tremendo. Alí se iba a las cuerdas, aguantando como podía, burlándose de Foreman para que este perdiera los nervios. Pero al final, Muhammad Alí ganó.
Este es el combate:
Amargado por la derrota, tardó dos años en volver al ring, y perdió los encuentros que disputó.
En 1977, deja el boxeo, se ordena reverendo y abre una Iglesia en Texas.
Pasan los años, y necesita dinero para mantener la Iglesia, por lo que no duda en volver a los cuadriláteros, 10 años después, con 38 años.
(Perdonadme el chiste pero: Se lió a hostias para pagarse las otras hostias, la cuestión es repartir xD)
Gana su primera victoria pero se duda mucho de él. Al año siguiente, con nueve victorias seguidas, vuelve a parecer imparable, ha recuperado la forma, a pesar de que es mucho más lento que antes.
Fracasa en dos ocasiones al intentar obtener el título, pero se gana el respeto y el cariño del público por su coraje.
El 5 de noviembre de 1994, se enfrenta en Las Vegas con Michael Moorer, el campeón.
Durante nueve asalto Moorer se mueve rápido y golpea con facilidad al lento Foreman.
Pero en el décimo asalto, un derechazo de Foreman envía a Moorer a la lona, el aspirante de 45 años había vencido al campeón de 27 años. Foreman volvía a ser el campeón, entre los aplausos del público, se fue a una esquina del cuadrilátero, se arrodilló, y se puso a rezar.
Había batido dos marcas: el luchador más veterano en conseguir el título (45 años), y el que más había tardado en perder el título y volver a recuperarlo (20 años).
Aquí el décimo asalto, para que veáis como Foreman, de rojo, recibe y aguanta un montón de golpes.
y aquí los golpes finales vistos mucho mejor, y cuando se arrodilla victorioso:
Un ejemplo de arrojo y superación.
El boxeo es simplemente acojonante. Hay hombres con unas habilidades extraordinarias como Whitaker; hombres con un temperamento inimitable, como Rocky Marciano; y hombres con una vountad de hierro como Foreman.
ResponderEliminarSi hay algo que demuestra esta historia, es que da igual las habilidades que tengas, lo que de verdad importa es los cojones que le eches ( el que sea reigiso sustiya cojones por fe). Los golpes que recibes no te hacen perder el convate, la derrota llega cuando dejas de golpear, o cuando te dejas caer.
La verdad es que no entiendo de boxeo, pero mi padre lo ve siempre y me pareció una historia realmente curiosa e impresionante, digna de contar, y ver como los deja KO a todos o como Alí aguanta tanto golpe es acojonante.
ResponderEliminarAlí ganó una batalla psicológica, le estuvo pinchando hasta que el otro se cansó, aunque luego Foreman dice en sus memorias que le habían dado droga antes del combate para que se fatigase (posiblemente un cuento chino).
"Lights Out". Serie cojonudísima para todo seriéfilo y para todo amante del boxeo.
ResponderEliminarHasta donde yo sé, muchos combates están amañados. A veces el ganador esta decidido antes de comenzar el combate. Se juega mucha pasta en estos combates, dinero no precisamente legal.
ResponderEliminarSupongo que es un deporte que ha sobrevivido gracias a ese fenómeno, pues no es por lo emocionante que sea en sí, sino por la publicidad que le haces. Fijarse por ejemplo en todo el despliegue publicitario que se hace antes de los combates en E.E.U.U. (no hay otra cosa que me dé más risa que la TV yanki). El odio fingido y simulado...
No hace falta que me vengais diciendo "Jacobo, no todos los combates son así" porque ya lo sé.
A mi el boxeo me da miedo, es como una guerra permitida!
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