Estadística

viernes, 18 de febrero de 2011

Educación

Intento escribir un análisis objetivo, o por lo menos de cierta calidad, pero me hierve el alma. Yo no quiero este mundo. Tengo una amiga maestra, todavía estudia, pero maestro se es de raza al igual que periodista. Hace días que quiero escribir algo sobre periodismo y educación, o mejor dicho, educación y periodismo. Sea cual sea el debate que llevemos en mente siempre llegamos a la misma conclusión, el mal el capitalismo; la educación, la solución.
No me cansaré de repetir las maldades del neoliberalismo y de cómo pervierte los valores del ser humano, ya he escrito en este blog sobre como el capitalismo influye en las relaciones humanas, como nos vuelve egoístas, insatisfechos y limitados. Pero, como dijo el otro día nuestra nueva profesora de géneros, citando la maravillosa obra de George Wells, en este mundo horrible nos queda el amor. El amor por lo que hacemos, el amor por nuestro mundo, por nuestros hijos y los hijos de los demás. En definitiva, el amor por el ser humano y la vida.
Ese amor es para mí la fuerza que mueve a la sociedad a crear un mundo mejor. Es lo que hace que estudiemos periodismo. Nuestra futura profesión es maravillosa, tiene el poder de hacer que la vida de los demás mejore, tiene la capacidad de mover el mundo. Pero nuestro trabajo no servirá de nada sin la educación, pues es inútil mostrar el mundo a quien no puede entenderlo. La capacidad crítica hace tiempo que dejó de ser fomentada en las escuelas (si es que alguna vez fue así), y fue sustituida por la memorización de datos. Como resultado tenemos a esta sociedad boba, consumista, infeliz, ignorante hasta el punto de ser orgullosa de esta ignorancia. Una sociedad que no cuenta con las competencias necesarias para analizar la realidad que le rodea y que, por lo tanto, la desconoce. En este contexto, sin un conocimiento y comprensión de este mundo, la democracia no puede desarrollarse y estamos indefensos ante lo que con nosotros quiera hacerse. El poder del pueblo se gana con educación.
Los señores que mueven los hilos lo tienen muy claro, cuanto más ignorantes seamos, mejor. La ignorancia esclaviza al pueblo y lo convierte en masa sin criterio… ¡qué mejor para los poderosos! De ahí que reivindiquemos la importancia de una educación universal. Una educación pública, de calidad. De calidad de verdad. Una educación que fomente la individualidad, vista como el desarrollo libre de la propia persona, pero también la conciencia en lo común, en como esa individualidad ¡esas maravillosas mentes y personalidades diferentes! enriquezca al todo. Necesitamos un cambio en nuestra forma de organización, y eso solo lo conseguiremos si eliminamos los límites y normas sociales actuales; debemos dar paso a una nueva generación, la de nuestros hijos, que crezca libre de nuestros prejuicios para dar paso a una sociedad intercultural, libre del odio y de los valores del capitalismo, tales como el esfuerzo, la frustración, el éxito o el fracaso, que solo nos llevan al egoísmo y a la insatisfacción infinita.
Periodistas, si queremos que entiendan lo que gritamos, habrá primero que darles oídos.
Por ello hoy el corazón se me estremece. Pues miro la sociedad que nos rodea y está claro que vamos tomando el camino opuesto al que acabo de describir. Los recortes en educación son espantosos, hoy se aprueban los presupuestos para los puestos públicos, y es doloroso ver como se reducen las plazas para nuevos profesores. La intención es clara: desprestigiar lo público. A través de su descuido, de la falta de financiación, de la falta de interés y de una buena formación para los profesionales de la educación, estamos viviendo un desgaste voluntario de lo que es de todos. Lo saben, somos lo suficientemente estúpidos como para tragarnos que no funciona, y que la solución es la privatización.
Lo somos. Ya nos lo estamos creyendo al no hacer nada. No somos conscientes, pues nadie nos enseñó a valorarlo, de lo esencial que es tener unos servicios públicos universales. No lo comprendemos.
Avanzamos hacia una privatización escalofriante. Veremos la de la Sanidad, y si no atentos a la señora Aguirre en Madrid. Y hoy me tiembla el cuerpo de rabia, pero sobre todo de dolor, al pensar que tal vez tengamos que pagar por la educación de nuestros hijos.
Quienes no tengamos dinero no podremos hacerlo. Pero no es solo eso, ¿Sois conscientes de lo que supone? Mercantilizar la educación. Convertirla en un producto.
Estará a merced de lo que con ella quiera hacerse, y consecuentemente también nuestras mentes.
Sometida, prostituida, a las leyes de la oferta y la demanda.

De verdad, ¿vamos a permitirlo?

4 comentarios:

  1. Está claro, lo que quieren es gestionar mal lo público para luego decir "va mal" y poder privatizarlo, ya lo hicieron antes con las empresas publicas, y ahora con parte de las loterias del estado que es un negocio super rentable, y por tanto estupido vender.
    En Madrid creo que ya hay tantos concertados como públicos, asi que...y la sanidad penita, usan la misma tactica, ahogar a los hospitales quitandoles personal y presupuesto, y al ir agobiados la gente se queja del servicio, servicio que no pueden dar por medios y tiempo, y al quejarse la gente les dicen "¡vengan a la privada! A cambio de un riñón seremos los más amables del mundo"

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  2. Una única cosa, ya no hay una memorización pura de datos, entramos en lo de las "competencias" de la Puta Bolonia, el "saber hacer" quiere decir que te dan menos contenidos, y te dan pautas para "hala, buscate la vida" (ya hemos visto eso ligeramente en nuestras carnes). ¿Que mas competencias? Flexibilidad. Una flexibilidad que consiste en un despido libre, para que te echen a la calle cuando les de la gana, y tu vayas como una peonza de un trabajo a otro.
    La constitución recoge el derecho al trabajo...pero como tantos otros...

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  3. Ostia Víctor, muchísima razón, además de Alba, claro. Por mucho que el derecho se declare convencido de Bolonia creo que todos estamos de acuerdo en la gran cagada en la que estamos metidos, y en un futuro cercano veremos que cojones sale de esta universidad de ovejas, borregos, putas y maricones. (zas)

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  4. Y eso que de esta salimos mejor formados que de otras...xDD O mira el hachazo que dijo el otro día el de Instituciones xD

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