Estadística

jueves, 23 de diciembre de 2010

-¡Muchacho, estás sentado a la orilla del pedazo de tierra más famoso del mundo! ¡Míralo! ¡Dos hectáreas de pedregosa arcilla roja! ¡No es más que eso! Pero las uvas que ahora ves recoger producirán un vino que es el más excelso de los vinos. También es de los más difíciles de adquirir, debido a la escasa cantidad que se produce. Esta botella que estamos bebiéndonos ahora salió de aquí hace once años. ¡Huélela! ¡Inhala el bouquet! ¡Saborea! ¡Bebe! ¡Pero no intentes jamás describir este vino! ¡Es imposible traducir este sabor en palabras! Beber un Romanée Conti es como tener un orgasmo en la boca y en la nariz al mismo tiempo.
A mí me encantaba cuando mi padre se ponía así. Mientras le oía hablar durante mis años mozos, empecé a comprender la importancia que tenía ser capaz de entusiasmarse por algo en esta vida. El me enseñó que si te interesas por alguna cosa, sea cual sea, debes volcarte sobre ella con todas tus fuerzas. Abrazarla con ambos brazos, apretujarla, amarla y sobre todo apasionarte por ella. Si no hay entusiasmo nada vale la pena. El simple acaloramiento no basta. Hay que ponerse al rojo vivo y apasionarse al máximo. Si no, no vale la pena.


Mi tío Oswald de Roald Dahl

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