Estadística

martes, 16 de noviembre de 2010

La religión: El mito moderno.

Aclaración: Pocas veces me veréis argumentar racionalmente contra la religión, por la sencilla razón de que los que no creen, siguen no creyendo, y los que creen, difícilmente van a dejar de creer, porque su creencia se basa en la fe y no en argumentos racionales. Racionalmente, soy ateo. Pero emocionalmente, me siento muy cerca (por familia, cultura, etc) de los movimientos cristianos de base, me resulta más interesante e instructivo argumentar contra los católicos con argumentos de su propia doctrina, ya que al ser algo en lo que en teoría ellos creen, se ven obligados a escucharlo (son sus propias creencias), y si argumentas bien con su propia teología, consigues que cambien su forma de entender la religión, por una forma más tolerante y abierta. Incluso pasa a menudo que un católico solidario (no es lo mismo solidaridad que caridad) sea más beneficioso que un ateo egoísta, con lo que la irracionalidad de la religión sería un mal menor.



La Religión: El mito que, como Lázaro, ha resucitado. (como Lázaro, como el vinilo, como las Converse...que cada cuál escoja su ejemplo xDD)


La religión es el mito moderno, y al igual que el mito fue sustituido por la filosofía, la religión terminará (quizás) por ser sustituida por la ciencia, ya que la ciencia se ocupa de la mayoría de las funciones que antaño desempeñó la filosofía.

¿Qué es un mito? Definición de libro: "Un mito es un relato fantástico, lleno de símbolos y metáforas de gran belleza, transmitidos de padres a hijos o resultado del esfuerzo colectivo de un conjunto de autores. En los mitos se explica el origen del mundo y se responde a las preguntas sobre el más allá. Sus protagonistas son dioses, héroes o personajes sobrenaturales."


¿No parece diferenciarse mucho de la religión, verdad? Sirve para explicar aquello para lo que no tenemos respuesta, y tiene también una función de cohesión social.


Mi opinión personal, es que ambos fenómenos son el muro defensivo que erige el hombre ante el miedo a la muerte. Pensar en una vida más allá de la muerte le tranquiliza su existencia cotidiana, le libra de la angustia. En definitiva, la religión surge de lo desconocido (la muerte), aún más, surge del miedo a lo desconocido.


Ahora bien, la filosofía surge con el discurso racional, cuando se explica el mundo según sus propias leyes, no según la voluntad de los dioses.


Un ejemplo de poeta, la belleza. Es un conjunto de rasgos físicos o estéticos por el que sentimos una cierta atracción debido a factores genéticos (por ejemplo, las caderas anchas en una mujer es señal de fertilidad, y por eso nos sentimos atraídos, así como la simetría del rostro es una señal de buenos genes) o a factores culturales (en otras épocas la obesidad era hermosa, dado que indicaba que la persona tenía una posición económica alta, que le permitía comer en abundancia; en cambio ahora, preferimos la delgadez, porque estamos habituados a verla en las pasarelas, la publicidad, el cine y demás como canon de belleza).


¿Esto suena aburrido, verdad? Es más bonito (o no) decir que cuando Zeus mató a su padre, Cronos, y liberó a sus hermanos de su vientre, le cortó en pedazos. Los genitales cayeron al mar, y la mezcla del mar y el semen hizo nacer a Afrodita, diosa de la belleza. Un relato hermoso, si no tenemos en mente la mutilación genital, y tenemos en mente el cuadro de "El nacimiento de Venus".


Volviendo a la filosofía, el temor no es una fuente para la filosofía, la filosofía crea conocimiento de la curiosidad y el asombro que provoca en nosotros lo desconocido.


La religión nos dice que Dios creó el mundo, pero en la teoría física que más consenso tiene en la comunidad científica, la teoría de cuerdas y los multiversos, difícilmente cabe un Dios. Esto no pasaba con una teoría ya casi descartada, el Big Bang, donde los creyentes argumentaban que ese momento explosivo que creó el universo fue provocado por Dios.
La teoría de la evolución es otro ejemplo, pero no creo que sea necesario hacer aquí una defensa de ella frente al creacionismo, creo que nadie en esta clase duda del barbudo de Darwin.
Los milagros también suelen tener explicación, caminar sobre las aguas, milagro que realizó Jesucristo, era una técnica habitual en los espías del Japón feudal que practicaban el arte del ninjutsu, es decir, los ninjas.


En definitiva, la religión no ofrece respuestas racionales, y la mayoría de las cosas que dice se pueden rebatir. Esto no es una crítica, es algo normal, pues los textos sagrados se escribieron antes de esos avances científicos, por lo que había que dar algún tipo de explicación, aunque fuera falsa. La única "religión" de creación moderna es, quizás, la Cienciología, creada en 1952 por L. Ron Hubbard, tiene la consideración de secta, y está prohibida en países como Francia por estafa. (Ej. Vendían cajas vacías, que supuestamente al mirarlas se te curaba una determinada dolencia o enfermedad). Su creyente más conocido es Tom Cruise.


Mi antiguo profesor de filosofía, experto en el periodo de formación del cristianismo y gran conocedor de San Agustín, decía que si este santo intentaba tan desesperadamente encontrar argumentos racionales de la existencia de Dios era porque, en realidad, no creía en Dios o tenía serias dudas sobre su existencia; ya que si creyese en Dios, le bastaría con la fe, y no necesitaría tantísimo de otras explicaciones.


Pero hay algo innegable que es lo que Otto llamaba el "hecho religioso". Es algo que existe y es indiscutible. El hecho religioso es aquello misterioso, sagrado, trascendente y fascinante. Es aquello para lo que no tenemos explicación. (Yo añadiría, para lo que no tenemos explicación aún, aunque hay limites a la ciencia como el principio de incertidumbre de Heisenberg).


El hecho religioso es la muerte y el amor. Para ignorantes como yo, también seria un hecho religioso una tormenta eléctrica, ya que es algo misterioso, fascinante, y que no se explicar, (otros lo verían como un proceso físico, hermoso, pero explicable).


Esto está cambiando, también sobre el amor se hacen nuevos descubrimientos, sobre la química del cerebro. La ciencia, si puede, le quita espacio a lo desconocido. Pero, a mi modo de ver, la muerte es el eterno misterio.
El hecho religioso nos atrae y nos asusta a la vez (como el amor, como la tormenta eléctrica, y a veces la muerte), es misterioso porque no tiene solución ni respuesta (como el amor, como la muerte). Le damos explicaciones no científicas porque son hechos que se presentan como trascendentes, como separado de lo físico, cuando nos enamoramos no pensamos en el cóctel de hormonas que nos provoca esas sensaciones, simplemente sentimos. Y cuando alguien muere de viejo, no pensamos en que ha habido un fallo multisistémico por la muerte celular, simplemente pensamos que esa persona que conocíamos ha muerto.


Ahora veamos las críticas a la religión, entendiendo la religión como una construcción cultural, es decir, la religión como ideología.


La crítica positivista (Comte) viene a decir lo que ya he dicho, que primero la religión sirvió para explicar fenómenos naturales, luego ideas más abstractas, y finalmente, deberá ser sustituida por la ciencia.


La crítica antropológica de Feuerbach dice algo que, de tan obvio, lo pasamos por alto. Dios es la proyección objetivada de la imagen que los seres humanos tienen de sí mismos. Es decir, los hombres no están hechos a imagen y semejanza de Dios, sino que Dios está hecho a imagen y semejanza que los hombres.


Marx profundiza la crítica de Feuerbach, añade la crítica de que ese carácter ideológico convierte a la religión en un instrumento de los poderosos (con el consentimiento o con la pasividad de la clase sacerdotal, normalmente con el consentimiento). "La religión es el opio del pueblo". Duerme al pueblo, le hace creer que su miserable y explotada vida tendrá una recompensa futura. Si no hubiera esa recompensa, el pueblo trataría de vivir bien AHORA.
Como ideología, pertenece a la superestructura, y ayuda a conservar esa explotación, la miseria de los oprimidos, y la división entre explotadores y explotados.
En realidad, la crítica de Marx a la religión es una crítica de economía política.


En Nietzsche, la "Muerte de Dios" significa que lo supraterreno y suprasensible han perdido su valor y su utilidad, ya no hay necesidad de un ámbito separado de o empírico y terrenal.




Por otra parte, voy a contar un episodio fundamental en la historia del cristianismo. Hablo de San Pablo, cuyo nombre judío era Saulo.
Entonces, el cristianismo era una de tantas sectas (sectas como movimiento religioso minoritario y clandestino) escindidas del judaísmo, su doctrina era difusa y no estaba concretada.
Nuestro protagonista, Saulo, era un judío de amplia formación cultural, conocedor de la cultura helénica (además hablaba griego y arameo). Bajo la influencia de los fariseos, su trabajo era perseguir a esos "disidentes" del judaísmo, de hecho, presenció la muerte del primer mártir católico (San Esteban).
Estas historias tienen un "pero", en esta, este hombre se convirtió al cristianismo, convirtió la doctrina en un conjunto más organizado, y gracias a sus conocimientos sobre el mundo helénico, pudo difundir la religión cristiana por Roma y Grecia con comparaciones comprensibles para esa cultura. Es decir, se cree que el éxito de la difusión del cristianismo es en gran parte mérito de Saulo, o San Pablo.
Ahora bien, ¿por qué el perseguidor de herejes se convirtió en cristiano? Gracias a Wikipedia, se que lo de que se cayó del caballo no aparece en los textos bíblicos, tendré que consultárselo a algún especialista. El caso es que se suele decir que este hombre tuvo una revelación divina al caerse del caballo. Esta conversión fundamental para historia del cristianismo se produce al caerse del caballo. ¿Qué le puede pasar a un hombre que se cae para cambiarle tanto? Os dejo que saquéis vuestras conclusiones.

Una última reflexión. Si la religión terminase, y el hombre (o mujer) tuviera que enfrentarse a la nada que hay tras la muerte, no sería algo malo. No habría un caos ni nada por el estilo, la gente disfrutaría de la vida, porque es la única que tenemos.
El egoísta, no daría rienda suelta a sus bajos instintos al no haber "infierno". Lo que pasaría, es que se daría cuenta de que el único más allá, la única inmortalidad, es el recuerdo que dejas en tus conocidos al morir, o el recuerdo que dejas en la historia. Es decir, la inmortalidad la consigue aquel que ha hecho algo lo suficientemente bueno por la humanidad (en general) o por su "humanidad", por aquellos que le han conocido, como para ser recordado. Ser solidario, descubrir una vacuna, escribir una gran novela. La inmortalidad se lograría o con buenas obras, o desplegando nuestros talentos. Por lo que la búsqueda de inmortalidad, cuando ya no hay religión, contribuye al progreso de la humanidad.


Termino enlazando un artículo con una argumentación en contra de la existencia de Dios, argumentación puramente física:

Hasta poco antes de entrar en la Universidad tenía la certeza de que, por motivos “evidentes”, ciencia y religión siempre iban por separado, pues son la eterna confrontación entre la mente fuerte y la débil, el espíritu curioso y el pasivo, aquéllos capaces de ver la vida de un modo realista (con sus pros y sus contras) y aquéllos que necesitan creer en la existencia de algo que puede hacer que sus vidas mejoren instantáneamente para no cerrarse en el miedo, los que aceptan que la naturaleza tiende a matarnos y aquéllos a los que la muerte les abruma tanto que eligen creer que tiene que haber algo después de ella.

La ciencia y la religión, a mi juicio, se diferencian en las cosas antes mencionadas, pero pese a ello, he descubierto que de veras existen religiosos que hacen “ciencia”, y escribo esto entre comillas porque opino que creer en Dios es un gran bache en el avance científico, como explicaré a continuación.

En la historia de la ciencia todo gran avance ha tenido que ser comprobado en múltiples ocasiones y en distintos experimentos para darse por válido. Los ejemplos son abundantes: la teoría especial de la relatividad, la incertidumbre cuántica… Todos ellos, pese a ser más correctos que las versiones a las que sustituyeron, tuvieron que pasar minuciosos test de verosimilitud con la realidad. Éste método de repetición y extrema filtración es algo que toda persona debería jurar al hacer ciencia.

Ahora bien, si aceptamos que existe un colectivo de “científicos” que creen en Dios, aceptamos que dentro de la comunidad científica hay un colectivo de personas que creen en algo que no pasa por el método científico; es decir, hay un colectivo de personas para las cuáles éste método es prescindible en el camino hacia la verdad.

¿Debería esto preocuparnos? En mi opinión bastante. Ni siquiera hace falta creer en Dios para defraudar al método, tan sólo llega con no verlo útil. Sorprendentemente, en la facultad he escuchado explicaciones del tipo “Esto es así porque las cosas a veces no son lo que parecen”, o comentarios del tipo “Da igual de dónde venga esto”. La gente que frecuenta estas expresiones está aberrando contra el método, y por tanto su compromiso con la ciencia es dudoso.

Quienes asumen lo que se les cuenta por “autoridad”, es decir, al tener una fe ciega en la palabra de quien les está hablando, son unos religiosos y unos bibliófilos de la ciencia, en resumen, unos aficionados que pretenden saber de qué van las cosas, pero no entender por qué son así. Ejemplos de esta actitud los podemos encontrar ya en el colegio, cuando la gente no cuestiona por qué la energía se conserva (la masa es bastante evidente a nivel macroscópico), por qué el teorema de Pitágoras es cierto, o incluso de dónde salen los doses en la ecuación tradicional del movimiento uniformemente acelerado:

r = r0 + v0 t + a t^2 / 2.
Quiero creer, y algunas lecturas sobre grandes científicos como Richard Feynman me lo confirman, que siempre existe un pequeño número de alumnos que, cuando ven estas cosas por primera vez, o no se las creen y esperan el día en que alguien se las demuestre, o que intentan demostrarlas ellos por sí solos. Concretamente he hablado del movimiento acelerado porque yo aprendí a integrar por mi cuenta para podérmelo creer. Realmente, creo que no soy muy brusco si opino que nadie sin este tipo de inquietudes debería estar en una carrera de ciencia. No estoy hablando de restricciones legales y, de algún modo, privatización, más bien estoy hablando de moralidad.

Visto el tipo de gente que hace perder el tiempo a la comunidad científica, entremos en el tema de la entrada: las incongruencias ante el método científico que presentan los creyentes, no sólo por creer en Dios.

Algo que siempre me gusta decir es que “No puedes creer a la vez en las Leyes de Newton y en Dios a la vez de un modo coherente”, porque si de veras crees que la aceleración es proporcional al sumatorio de fuerzas sobre un cuerpo:

a = F /m.
, estás retirándole a Dios el privilegio de mover la materia a su antojo, puesto que tendría que ejercer una fuerza sobre ella. Aún así, puede haber quien opine que Dios puede estar ahí ejerciendo una fuerza, pero entonces: ¡mucho cuidado!, porque el atrevido que le otorgue a Dios este poder se estará enfrentando a algo mucho más sagrado. Si Dios hace fuerza para mover la materia, ¡Dios hace trabajo!:

W = ∫F dl.
, y si Dios hace trabajo, Dios está aumentando la energía del sistema de un modo físicamente ilegal: ¡se está cargando la conservación de la energía mecánica! Podemos seguir, pese a ello, si nuestro creyente considera oportuno considerar a Dios un sistema termodinámico que cede energía a otros sistemas, ahora bien, al margen de las leyes entrópicas que afectarían a Dios en este caso, llegamos a la conclusión importante: nuestro científico es un traidor al método. Un traidor porque acepta y trabaja con la conservación de la energía en un mundo donde no se considera a Dios, cuando sabe que si Dios apareciese el modelo se desmorona. ¡Está dejando circular leyes en las que no puede creer, bien sea que Dios puede mover la materia, bien sea que la energía se conserva! Y en este caso, tal y como está planteado, no tiene sentido decir que Dios está al margen del asunto.

He empezado con las leyes de Newton y la termodinámica porque son bastante conocidas, pero a continuación entramos en el punto importante, si bien quizá es aquél en el que más gente lo deje (aunque espero que no sea así). Empezamos, de hecho, con la reflexión que le da nombre a la entrada.

Según la Biblia, la voluntad de Dios “V” cambia con el tiempo, lo que matemáticamente expresaríamos de algún modo como:

V = V(t).
, y tiene una consecuencia lógica, que es que su derivada respecto al mismo no es nula:

dV / dt ≠ 0.
, es decir, el tiempo tiene el poder de cambiar una característica de Dios tan importante como es la voluntad.

Ahora bien, si tenemos en cuenta la teoría especial de la relatividad, el tiempo “t” es una magnitud que existe sí está asociado a un material “o” dispuesto que lo padezca, por lo que el tiempo tuvo que surgir con la materia, y según ésta es medido (recordemos, por ejemplo, que para el fotón nunca pasa el tiempo):

t = t(o).
dt / do ≠ 0.
Recordemos en todo momento que esto es sólo notación. ¡No estoy haciendo matemáticas! No hay espacios muestrales, no hay dimensiones, no hay continuidad. Lo que estas expresiones quieren decir es que el tiempo depende del observador, y que al cambiar el observador cambiamos el tiempo.

Por traslación, llegamos a la interesante conclusión de que:

V = V(t) = V(t(0)) = V*(0).
, es decir, la voluntad instantánea de Dios depende del tiempo, que a su vez, para existir, necesita un observador material. Dicho de otro modo: si no existe el hombre, no puede existir la voluntad de Dios, porque concretamente su voluntad, para existir, necesita de una persona que hable de ella. Si creemos en la teoría de la relatividad, no dejamos opción a Dios la posibilidad de haber usado su voluntad para crear la materia. Dios no pudo crear al hombre, sino que fue el hombre quien creó a Dios.

Existe, no obstante, una vía de escape a este argumento según la cual podríamos considerar a Dios un ente completamente ajeno a todo el espacio-tiempo, es decir, a los distintos Multiversos, de forma que en todo momento conociese el pasado, el presente y el futuro de todas las regiones del espacio, y que sus acciones a lo largo de la historia estuviesen predefinidas por él mismo, sabiendo lo que va a pasar en todo momento.

La cuestión es: si utilizamos este enfoque y, efectivamente, todos los sucesos del tiempo están predefinidos (perspectiva con la que personalmente no estoy en desacuerdo): ¡el libre albedrío es una farsa! Que Dios ya sepa lo que va a suceder en todo momento es la mejor forma de introducirlo en un modelo físico consistente. Ahora bien: ¿podría seguir siendo el Dios católico? ¿Tendría sentido que alguien que sabe todo lo que va a pasar, sin tomar parte, exigiese a su creación que le rezase? ¿Acaso podría cambiar algo que la gente se arrepintiese ante él de sus acciones?

Para mí es obvio que si permitimos a Dios ser independiente del tiempo, y por tanto del hombre, su voluntad es una función de estado (ante los mismos hechos reacciona de la misma forma), y todas las leyes morales que “nos ha otorgado” carecen de sentido. Si asumimos que Dios ya lo escribió todo, el hecho de que una persona sea buena o no YA ha sido decidido antes de su nacimiento, el hecho de que alguien crea en él, o vaya a ser agnóstico, o vaya a ser ateo, YA ha sido decidido también. Y si todo esto YA está decidido: ¿qué derecho tiene a juzgar lo que parte de su creación haga durante la vida, si lo ha hecho porque él lo ha querido así? Si de veras ESTE Dios existe, todo se resumiría a la frase de “Tú ya has tomado una decisión, solo te queda comprender por qué lo has hecho”.

En resumen: si Dios existe puede ser o dependiente o independiente del tiempo.

Si es dependiente del tiempo, llegamos a la conclusión (por el método científico [¡Es para científicos para quienes estoy hablando!]) de que hay un montón de contradicciones y que tuvo que ser creado por el hombre.

Si es independiente del tiempo, su existencia nos es irrelevante, y más aún su voluntad, porque no tiene ningún modo de castigarnos por nuestras acciones si no lo decidió YA con antelación, en cuyo caso, insisto, nuestras acciones no son fruto de nuestra decisión.

16 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. ah, y creo que todo el mundo es ateo de forma racional, porque no tiene una aparente razón de ser; por eso se habla de fe; etcetc

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  3. bueno,bueno, esto está que arde!!jeje, oye no me había dado cuenta de que la fe y la razón y la ciencia son incompatibles, ya si eso se lo comento a los miles de científicos y físicos católicos que hay en el mundo, para que se vayan borrando de la iglesia...ahora en serio, comprendo y respeto tu opinión pero eso no significa que lo que tu dices sea verdad, en tu exposición he visto unas cuantas afirmaciones gratuitas, que cuando quieras podemos comentar.con respeto, pero me parece ingenuo...tú crees que si Dios no existiese yo no me habría dado cuenta ya, en pleno siglo XXI y con tanto ataque a Dios y a la iglesia?de verdad piensas que los católicos somos retrasados mentales o locos o engañados, que seguimos al aire??me parece que estos tópicos de que la fe es opuesta a la razón y a la ciencia, el origen del mundo y eso...no crees que es están un poquito trasnochados...Ya sé lo que opinan Nietzsche y Marx sobre la religión. Y??????Bueno, cuando quieras comentamos!!

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  4. Victor, te calientas demasiado la cabeza. Relajate

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  5. hola??había publicado un comentario esta mañana y ya no está¿¿¿????

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  6. En mi opinión creo que tu visión de la religión es bastante radical. Dudo mucho, mejor dicho, afirmo que no todos los cristianos entienden la religión como piensas que lo hacen. No creen en un Dios que creó el mundo en siete días, ni en una mujer salida de una costilla y entienden la Biblia como lo que es, textos correspondientes a una época concreta y en un contexto concreto. Naturalmente siempre habrá gente radical. Mucha de la gente que afirma ser cristiana tiene sus propias y ideas y su propia manera de entender la religión y tal vez se acercan a ella, no por una inmortalidad, en la que pueden creer o no (no hay que generalizar) sino porque están de acuerdo o bien con los valores primarios de dicha religión (solidaridad, compasión...)o con los actuales. Además los valores que predique una Iglesia, la cabeza visible de una religión, tampoco han de corresponderse con las ideas de todas las personas creyentes.
    Lo de Pablo... jaja sin comentarios.
    También podrías haber comentado que a Jonás se lo tragó una ballena y habría sido un argumento igual de valido:P
    Una pregunta: entiendo por tus afirmaciones que los cristianos no disfrutan la vida porque en tu opinión creen en la inmortalidad?

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  7. La verdad, yo no sé si soy atea o agnóstica, simplemente, lo único que sé es lo que se demuestra empíricamente, nada más. Quizá exista algo más, quizá no, quizá incluso lo único que veo son sombras. Al fin y al cabo, nuestros sentidos son muy limitados.

    Así que lo único que me importa es que cada uno viva su vida como le parezca mejor, siempre y cuando no afecte a los demás. Es decir, YO sigo MIS convicciones, pero los demás siguen las suyas. Por poner un ejemplo: si yo creo que llevar burka (muy de moda el tema) está bien, yo lo llevo, pero no tengo por qué obligar a mi hija a que lo haga.

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  8. Yo creo que hay argumentos de sobra para dudar de la existencia de Dios (digo dudar, porque es casi imposible demostrar que algo que no existe no existe). En cambio, los tres únicos argumentos que conozco sobre la existencia de Dios son bastante débiles, el más conocido, el argumento ontológico, ha sido rebatido por los propios creyentes, por pensar que formalmente (es decir, por su secuencia lógica) es erróneo. Y cuando digo por los propios creyentes hablo de gente de la talla de Kant, Sto. Tomás de Aquino, Guillermo de Ockham, etc.

    No digo que no pueda haber científicos católicos. El problema es que creer en una religión es creer en algo sin pruebas, por lo que es contrario al método científico. Lógicamente, un científico católico puede separar las dos facetas (laboral y espiritual)de su vida, y ser bueno como católico y como científico, pero separándolas, no se puede ser las dos cosas al mismo tiempo, porque se basan en comportamientos opuestos. Por decirlo con una metáfora cutre: la fe y la razón pueden habitar en la misma casa, pero no pueden usar el baño a la vez.

    Quiero dejarlo claro: no os he llamado "retrasados mentales o locos o engañados" en ningún momento.
    Si te dan igual lo que opinen grandes pensadores yo no puedo hacer nada, ami me importa lo que diga San Anselmo o Kant, porque son los argumentos contrarios a los míos y debo conocerlos para poder rebatirlos.

    Y vuelvo a recalcar algo que quizás no he aclarado, la religión (como el mito) aunque no sea demostrable tiene una función y un propósito. La religión es una forma de dar sentido a las cosas, a nuestra vida; por el sencillo hecho, de que la realidad nos aterra precisamente porque no tiene sentido, no hay "un propósito", hay azar y factores determinantes.

    Nacemos, morimos, y lo que hay entre medio es lo que tenemos y lo que hay que disfrutar, porque seguramente no hay nada más allá, somos velas que brillan un segundo y se apagan, en el infinito universo y la eterna eternidad.

    A veces, la realidad es cruel, y esas construcciones las hacemos para protegernos, igual que a un niño le decimos que existen los reyes magos, para proteger su inocencia, porque contarle que sus padres se parten la espalda para hacerle un regalo es una realidad demasiado dura. Y antes de que se me enfade la gente, no estoy comparando la religión con los reyes magos, no se parecen en nada, lo que intento explicar es que hay cosas que aunque no sean demostrables tienen un sentido y un propósito.

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  9. Una aclaración, es casi imposible demostrar que algo que no existe no existe. Ej. Si yo digo que hay un ave que se llama Esterelufistro que habita en lo más profundo del Amazonas, o que hay una bacteria llamada Filolovitus en el lecho marino, ¿cómo demuestras que no existen? Pues imagínate, demostrar que no existe Dios, del que no se da lugar, nombre, descripción física, etc.

    Te lo crees o no te lo crees, cuestión de fe, es tarea del que lo propone demostrar que lo que dice es cierto, ya que es el que tiene los datos.

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  10. Pero es que no es tan sencillo Clara, si tu madre en vez de vestir burka, le han hecho la ablación del clítoris, y cree que quien no se la hace es una puta, ¿tu vas a preferir no hacértela, a pesar de que tu madre va a pensar que eres una puta? (Es un ejemplo un poco extremo)

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  11. Te lo crees o no te lo crees, el eterno debate. No nos pondremos nunca de acuerdo.

    A mí lo único que me preocupa de las religiones es la intolerancia o la imposición de determinadas ideas.

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  12. Claro, es muy complicado. Eso es lo que yo consideraría correcto, pero es imposible... No tengo más respuesta que esa.

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  13. Yo me declaro claramente atea, es así, no puedo cambiarlo; aunque también es verdad que seguramente sea porque no me han educado en la religión. No me bautizaron y a la hora de la comunión yo no tenía ni idea de nada religioso y simplemente, sudé. Pero ahora mismo no me arrepiento. Todo esto lo digo para: JAVI, TE ANIMO A QUE ESCRIBAS UNA ENTRADA RELACIONADA CON ESTO, personalmente, seré respetuosa (nunca he sido lo contrario con estos temas porque puedes hcaer mucho daño) y comprenderé todo lo que digas, aunque no lo comparta.
    Es como si te dicen "esta comida está buena", pues a mi no me gusta, pero existe. (Y con esto acabamos las metáforas por hoy, no??)

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  14. Pfff...no se por donde empezar! Desde mi punto de vista todas las creencias, ideologías, formas de vida, etc son aceptables y comprensibles, siempre y cuando respeten al resto de seres y a sus respectivas formas de pensar.Es decir, yo puedo tener una opinión concreta acerca de la religión, similiar o igual a la de unos y diferente o totalmente contraria a la de otros. Si nadie limita, insulta o censura mi forma de pensar no hay absolutamente ningún problema.
    Qué es la religion o para qué sirve...Muchas son las respuestas que vamos a encontrar.Pero en resumen, si la religión supone que las personas que están atadas a ella van a ser más felices,aun mas buenas personas, si esto les va a ayudar a superar problemas o a vivir una vida mucho más feliz ¿Quién soy yo para decir lo contrario? Unos encontraran las respuestas y la felicidad en unas cosas y otros las encontraran en otras. Siempre y cuando no se haga un mal uso de la religión ( como en mi opinion hacen ALGUNAS [no vamos a genralizar, cuando sería incorrecto] instituciones eclesiásticas)tergiversando ciertas cosas o incluso utlizandolo para hacer el mal, ahi ya, queridos compañeros yo si que tengo un problema. PERO como creo que es un error mezclar a estas malobrantes instituciones con el sentido puro y bueno de religión ADELANTE a todos. Es muy bonita la variedad de ideologías, nos permite debatir un montón. Sería un aburrimiento si todos pensasemos igual no creeis?

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  15. Estoy de acuerdo, Berta, y lo que dices lo he defendido muchas veces, pero quiero recalcar que la entrada, en parte, no se refiere a la discusión de si la religión es buena o mala, o que uso se hace de ella, sino a la discusión de si es racional.

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