Estadística

lunes, 25 de octubre de 2010

No estoy tan loco como parece

Esto es un fragmento de un libro que estoy escribiendo, si alguna vez lo presento a concurso tendré que borrar esta entrada, espero que este texto no se propague más allá de este blog. Ya me diréis que os parece, no me hace mucha ilusión perder más tiempo en este libro si no gusta como está escrito.

P.D. : si hay faltas de ortografía, lo siento mucho, pero os jodéis.


No se cuanto dormi, solo se que hacía un calor de cojones cuando me desperto un sueño en el que un chiguagua gigante con boina irlandésa trataba de arrancarme los cojones a mordiscos. Estaba cansado de luchar contra mi mismo, por lo que no trate de volver a dormirme. Me incorporé de un salto y comence a correr en circulos por la habitación. Todo me daba vueltas, pero lo hacia a una velocidad ridículo, incluso la luz que entraba por las ventanas iba extremadamente lenta comparada con mis piernas. Cuando note como los músculos dejaban de responderme y como mis pulmones comenzaban a dejar de funcionar, me deje caer sobre el sofá con la delicadeza de un boxeador recién noqueado. Cuando hube recuperado el aliento, y sin que siquiera hubiera desaparecido de mi cara la mueca propia de un hombre al borde de la asfixia, comencé a sonreír como un niño pequeño, en ese momento me sentí extrañamente cerca de David Carradine, lo cual no estoy seguro si me gustó o me aterró. A pesar de todo yo estaba pletórico. Aquel puto perro loco no pudo caerme, ni podría cogerme nunca. Es curioso como a uno le tranquiliza saber que es más rápido que un chiguagua mutante.

Cuando mis piernas se hubieron recuperado opte por salir a la calle. No tenía nada que hacer ahí fuera, pero temía que volvieran mis fantasmas. Así que me duche, me afeite, y me puse un traje Hugo Boss negro, una comisa roja, una corbata granate, y mi segundo par de zapatos Armani. Me sentía como un superhéroe cambiándose de traje, aunque no estoy seguro de si el traje era mi uniforme de combate, o la identidad secreta tras la que me ocultaba.

Caminaba por esta vetusta ciudad, y debo reconocerle a no recuerdo que viejo cantautor, que lo hacía con la nostalgia de un mar demasiado lejano para mi gusto. Aquí no hay más olas que las que hace el viento con el veneno que respiramos, aquí ni siquiera hay atardeceres, solo semáforos que cambian de color.

Me arrastraba entre casas de colores, colores apagados y cubiertos de polvo. Todo aquí está lleno de polvo. Los árboles, los muros, las pieles, incluso las entrañas de los hombres están cubiertas de polvo, y en ese polvo crecen insectos que los devoran por dentro, haciendo que se consuman lentamente. Valla donde valla, y mire donde mire, no hay más que estúpidos ladrillos cubiertos de mugre, y rejas en todas las ventanas. Y lo peor es que todo es de colores, de unos colores tan horribles que te hacen vomitar. Ojala todo fuera gris, el gris es elegante, es sobrio, el gris es para los ricos, los pobres solo tiene esta mierda de colores, por eso mis paredes son grises.

Me deslizaba sobre aceras cubiertas de sangre, y no hacía más que cruzarme con tullidos, con leprosos, con hombres y mujeres amorfos y desfigurados. Algunos hombres tenían barrigas tan grandes que estaban a punto de estallar. Otros estaban famélicos, ya ni siquiera tenían piel, eran una masa de huesos que se movían tratando de no perder sus intestinos, hubo uno que me ofreció su páncreas, pero lo rechacé porque no lo tenía del color que a mi me gusta. A otros les faltaba un miembro, quizá una pierna, o un brazo, recuerdo que a uno le faltaba la cara. Otros iban cubiertos de harapos, y vomitaban su propio hígado al abrir la boca. Las mujeres tenían grandes caderas, parecían cerdas de buen año, y la piel les colgaba como una lona mal sujeta. Pero también las había flacas, cuerpos desnutridos que te aguardan en las sombras, al pasar junto a ellas trataban de arañarte para poder alimentarse de los restos de tu piel que quedan bajo sus uñas.

Afortunadamente también hay putas, putas preciosas, con sus largas piernas desnudas, sus faldas diminutas y sus enormes tetas. Putas que bailaban en las calles al ritmo de sus tacones.

8 comentarios:

  1. eeeeeeeeeeeeem...vale.

    sinceramente, no es un libro ke me compraria si esto fuera la contraportada. me gustaria leerme algun fragmento mas

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  2. me encanta la parte descriptiva de la 2ª mitad, no agas caso a jacobo lo dice porque le as puesto boina irlandesa al chiguagua, otra cosa, el gris no sería más propio del pobre, ahogado en su "gris" monotonía, mientras el rico, podrido de dinero, puede sumergirse en su carrusel de distracciones insulsas y estúpidas hasta perder cualquier noción de realidad?

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  3. Yo, normalmente, si digo algo, es en serio. Ni por el perro de mierda ni por la boina. El mismo Jesus nos ha pedido que si no nos gusta que lo pongamos. Tu opinión no vale más que la mía, Victor.

    Tienes un estilo cojonudo, Jesus, y metes metáforas e imágenes que me dejan flipando, sobre todo me ha molao el último párrafo. Pero, desde mi punto de vista, pecas de algo muy grave. Que sí, esta bien escrito y tal, pero, por lo menos en este fragmento, falta contenido. Para mí un buen libro ha de conmover tanto el corazón como la mente. Aquí sobre lo que he leído es lo siguiente: un pavo que se despierta después de una mala pesadilla, da vueltas en círculos, se arregla y se va a pasear. Luego metes todo el rollo que tiene el pavo dentro de su cabeza, su manera de ver las cosas. Por eso te dije que me gustaría leer más fragmentos o incluso todo lo que tengas, porque este trozo así presentado no me transmite gran cosa. Que sí, que el lazo que envuelve la caja es bien grande y bonito, pero me he quedao con las ganas.

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  4. Muchas Gracias Jacobo. La tuya me parece una opinión extraordinariamente buena y sincera.
    Ya se que no hay acción, de hecho he elegido este fragmento porque la acción es prácticamente inexistente, es más un ejercicio de estilo que otra cosa.
    En este texto quería que valorarais el estilo, y me encanta que te haya gustado.
    Me alegra de que quieras leer más, ya te enviaré el resto.

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  5. yo también quiero leer más =). Me gusta.

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  6. algo en linea con los vanguardistas como Joyce o Cortazar. No va mal, pero a mi también me sabe a poco. Coincido con Jacobo

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  7. Pues a mi no me sabe a poco, leo esto como psinopsis de libro y me quedo a cuadros. Cierto es que echo en falta algo de acción, ya que en realidad esto no dice nada ni de la trama, ni de cómo será el libro, ni siquiera del personaje (aunq pienso q no importa) pero pica la curiosidad de ver si todo el libro será así
    A mi me recuerda a Joyce como el Ulises, una sucesión de pensamientos aparentemente sin conexión. Como un cadáver exquisito. Como los surrealistas. Como una película de Buñuel pero en colores muy vivos. Como una película de David Lynch!! Exactamente es eso: es muy visual. Son todo metáforas (algunas increíbles, las mujeres comiéndose la carne de las uñas con las q arañan a la gente, me ha encantado la imagen) muy muy visuales. Creo que por eso a gente no le gusta, porque es algo muy personal, lo visual en literatura a veces se ve como amenaza.
    A mi me ha gustado mucho y también quiero leer más!

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  8. ¿No le gusta a la gente? Joder, no me había dado esa impresión. Hasta ahora todo el mundo ha dicho que el estilo era bueno, pero que en el texto falta acción, lo cual yo ya sabía.
    Pero no os preocupéis, los libros tienen muchas páginas, y esto es solo una de ellas. Si os sirve de consuelo os diré que en las 15 primeras páginas, el personaje comete tres sangrientos y absurdos asesinatos.

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