Estadística

viernes, 15 de julio de 2011

Apuntes de mis pensamientos resacosos.

Reflexión a propósito de la interpretación sociológica que dice que las crisis económicas crean revoluciones o fascismos.

Es una interpretación que en mi opinión no se sostiene a la luz de los acontecimientos históricos, pero que es, por desgracia, una interpretación muy común.He querido escribir esto al leer http://www.publico.es/espana/387147/el-15-m-y-los-viejos-fantasmas , artículo que habla de las similitudes en ciertos comportamiento del 15 M y el comportamiento fascista. Me he indignado con el autor, que me parece que por falta de contacto directo con las acampadas, edad, o idiocia no ha sabido ver nada en claro del 15 M. ¿Es un movimiento con comportamientos fascistoides? No, en el sentido de cuestionamiento de los métodos democráticos (que es distinto del cuestionamiento de "esta" democracia, que sí se da). Sí, en el sentido del sometimiento del individuo a la masa en algunos aspectos más que cuestionables como la utilización del lenguaje y la prohibición de símbolos ideológicos.

¿Crea siempre la crisis económica fascismos o revoluciones? La crisis económica no trajo esos efectos en Inglaterra o EEUU, por ejemplo. Es decir, por sí sola no crea nada, lo que hace es potenciar los conflictos propios de la sociedad. Dado su carácter económico lo que aumenta principalmente es la brecha de desigualdad y los conflictos de clase, esto es así ya que la salida clásica de la economía liberal a las múltiples crisis consiste en un abaratamiento de los costes de la producción, y de estos costes lo que reducen son los salarios de los trabajadores. También hay una manera similar que es despedir personal, lo que aumenta la carga de trabajo del resto de trabajadores y además crea un enorme paro ("ejército de reserva industrial") formado por gente que quiere desesperadamente un empleo, lo cual empuja los salarios a la baja ya que "si no te gusta hay mil que trabajaran aquí por menos dinero". Por supuesto, la crisis también destruye tejido empresarial, pero es la pequeña empresa endeudada o sin medios suficientes la que paga el precio, mientras que la gran empresa absorbe a esas pequeñas empresas o se queda más "sola" en el mercado, acercándose más a una situación de monopolio. ¡Viva el capitalismo!

Pero la crisis, aunque sea económica, provoca otro tipo de efectos no económicos. Tiene el efecto de echar gasolina al fuego en los conflictos de otro tipo: raciales, identitarios, etc; la prueba es que se intenta culpar a los inmigrantes de la falta de trabajo, cuando los datos demuestran que aportan al país mucho más de lo que reciben, por añadidura, son un colectivo muy explotado. Son, sin embargo, conflicto culturales que están implantados por la educación y la sociedad y que no tienen en muchos casos un reflejo real, como la mentira de que los judíos alemanes eran ricos (había una minoría dedicada a la banca pero el resto de judíos no eran ricos, y en el Este eran especialmente pobres). Muchas veces este tipo de conflictos son chivos expiatorios que desvían la atención del verdadero problema económico-social de la crisis y lucha de clases que se libra para decantar la balanza hacia una forma u otra de salida de la crisis. Por ejemplo, tenemos a las masas de obreros que renunciaron a las reivindicaciones sociales en periodo de guerra (I Guerra Mundial) o que van a matarse entre sí en absurdas guerras que solo interesan a los que tienen el poder económico y el beneficio, gente que -claramente- no va a hacer la guerra, ej. Vietnam, Irak, ...

Volviendo a lo de la crisis, el fascismo ya estaba implementado en Italia en los años 30 del periodo de entreguerras, antes de la crisis, y en Alemania ya existía el Partido Nazi debido a unos conflictos de identidad nacional (cuyo espíritu estaba "herido" por el desenlace de la 1ª Guerra Mundial) y de minorías étnicas (como siempre, sirvieron de chivo expiatorio). La crisis económica lo que hizo es radicalizar el proceso en Alemania. Además, lo realmente determinante para el ascenso de ambos fascismos fue el apoyo del rey (en Italia) y del Presidente (en Alemania) por miedo al creciente poder del movimiento obrero. Mussolini llegó al poder de la mano del rey Victor Manuel III, sin tener mayoría y tras una Marcha sobre Roma como demostración de poder y amenaza velada. Hitler, de forma similar, no tenía mayoría y fue el Presidente Hindenburg el que lo eligió Canciller otorgándole el poder que necesitaba para suspender los derechos y la democracia en muy poco tiempo.
Es decir, fue la burguesía la que sirvió el poder en bandeja de plata al fascismo. Es tal y como decía Gérard Depardieu en el papel de "Olmo" en la magnífica película "Novecento" de Bertolucci, que habla precisamente del fascismo en el sur agrícola y rural de Italia:
"Los fascistas no son como los hongos, que nacen así en una noche, no. Han sido los patronos los que han plantado los fascistas, los han querido, les han pagado. Y con los fascistas, los patronos han ganado cada vez más, hasta no saber dónde meter el dinero. Y así inventaron la guerra, y nos mandaron a África, a Rusia, a Grecia, a Albania, a España, ... Pero siempre pagamos nosotros. ¿Quién paga? El proletariado, los campesinos, los obreros, los pobres."

Y si nos vamos al caso opuesto, la revolución, vemos que el inicio de la 2ª República coincidió con la crisis, lo que le impidió impulsar la reforma agraria tanto como planeaban, pero sin embargo, fue el periodo con un gobierno más estable de toda la 2ª República y con una izquierda burguesa moderada en el poder (aun con todo fue un periodo conflictivo, pero menos que los años que le siguieron). Por otro lado, si vemos Cuba o Rusia, en las dos se da más una situación de Ejército inoperante que no es capaz de detener a las masas armadas que una situacion de crisis. Es decir, la revolución se alcanzó porque el poder establecido tenía debilitados sus mecanismos de represión, mientras que los bolcheviques se supieron organizar y actuar en el momento de mayor debilidad del aparato estatal, obteniendo además el apoyo popular al ser los únicos que defendían los pactos de paz para finalizar la guerra que estaba destrozando su país. El caso de Cuba es absolutamente excepcional, donde 12 supervivientes de los 80 del desembarco consiguieron ellos solos, sumando rápidamente el apoyo popular, montar una guerrilla que derribaría al dictador Batista, títere de EEUU, del poder. Además, en el caso de las revoluciones en países atrasados en el aspecto del desarrollo industrial, resulta difícil hablar de crisis económica, ya que lo que hay es un atraso de modelo e incluso, a veces, crisis de un tipo casi medieval como las crisis alimentarias de Rusia o China. Con lo cual no podemos decir que la crisis cree revolución sino, como mucho, que el estado inicial de atraso industrial es el que provoca una pobreza mayor (hay que sumar el aspecto del expolio imperialista en Cuba o China).

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