Quizás debiera aprender árabe. Hoy en día el árabe es el idioma que todo buen periodista debería saber, porque nunca sabes cuando lo puedes necesitar. No hace falta ser un gran orador, basta con saber un par de palabras, un par de palabras que muestren a tu interlocutor que te preocupas por él y por su pueblo, un par de palabras que rompan momentáneamente la barrera del traductor, un par de palabras que le devuelvan a un hombre que lo ha perdido todo un poco de su hogar.
Aunque aun hay sangre en los Balcanes, desde hace unos años la guerra parece haberse instaurado en oriente medio. Países como Irak Afganistán, libia y Palestina se han convertido en los campos de batalla del siglo XXI, y por consiguiente, en el puesto de trabajo de un puñado de hombres cuya labor es ver todo el horror que es capaz de generar el ser humano, para después contárselo al mundo con la esperanza de que este obre con conciencia
Pero estos horrores acabaran. Quizás cuando dentro de tres años acabe la carrera ya no queden matanzas de las que informar, al fin y al cabo, cada día hay menos guerras en los periódicos, pero mucho me temo que la tímida y esporádica presencia de la guerra en los informativos no se debe a la reducción del volumen de conflictos, sino al descenso del número de periodistas informando sobre ella.
Algún día, estas llamas se apagaran, pero empezaran otras nuevas en otro rincón del planeta. Cuando se hayan exprimido al máximo los cadáveres de los pueblos árabes, un siniestro dedo, más visible de lo que muchos quisieran, señalara a un nuevo grupo de niños cuyas vidas pasaran a ser dirigidas por el odio. Hay tantas posibilidades, tantos países, tantos idiomas, tantas vidas a punto de ser atravesadas por una bala del 5,56. Esperemos que me equivoque, y que no haya nuevas guerra , pero si las hay, recemos porque en ellas haya al menos un periodista que vigile, que permita el mundo asegurase de que se respetan las Reglas de la Guerra. Recemos porque exista un periodista dispuesto a jugarse la vida, un medio que le de voz, una sociedad que no permita que al periodista se le asesine impunemente, y una justicia dispuesta a castigar a quien ordena el asesinato de inocentes
Es una pena, pero seguirá habiendo guerras. Seguirá habiendo guerras mientras unos pocos quieran mandar sobre unos muchos.
ResponderEliminarMientras un país avaricioso codicie los recursos naturales (ej.petróleo) de otro.
Mientras un dictador oprima a su pueblo, y éste diga "ya basta".
Mientras la desigualdad de recursos lleve a los desesperados a luchar por agua y comida.
Mientras el odio hacia el diferente, al que tiene otra raza, otra religión u otra ideología, nos impida ver que latimos con un mismo corazón.
Mientras haya alguien que pretenda imponer sus ideas, políticas o religiosas, a los demás a sangre y fuego.
Mientras todo eso pase, habrá guerra.
Lo importante es que al hablar al árabe, al colombiano, al chino, al español, al que sea, nazca donde nazca, sintamos que somos iguales, que nos miramos cada segundo de nuestra vida en el mismo espejo: el espejo de la humanidad.
Y por eso mismo, Victor, siempre habrá guerra, porque el ser humano es así, así es su naturaleza, así somos. Empecemos a asumirlo. Soñamos con un mundo perfecto, pero ¿acaso existió alguna vez? Que yo sepa, tan sólo las escrituras sagradas mencionan algo así, y las rechazamos por irracionales.
ResponderEliminarLos periodistas son los primeros que desean un mundo SIN PERIODISTAS, sin que su trabajo haga falta, sin que tengan que ejercer su trabajo... Ese sería un mundo perfecto para los periodistas: un mundo sin trabajo, porque significa que lo hubieran conseguido.
ResponderEliminarSiempre habrá periodistas, porque siempre habrá un poder al que vigilar (salvo talvez si no hubiera Estado).
ResponderEliminarLo que sería perfecto es que los periodistas solo tuvieran sucesos agradables de los que informar, nada de muertes de tráfico, atentados o violencia machista.
Voy a hacer publicidad.
ResponderEliminarPodreis seguir el Congreso de Periodismo Digital en el increíble y extraordinario, y recién creado, blog: http://letrasenlucha.blogspot.com/