Estadística

viernes, 4 de marzo de 2011

La revolución "+IVA"

La libertad del pueblo libio la acabamos pagando todos de nuestro bolsillo. Ya no es por los 800.000 euros y todo el paquete de ayudas humanitarias que ha enviado el Gobierno (oportunamente por cierto, pues gozamos de una economía tan sólida como un castillo de naipes). No digo que no esté a favor. Todo lo contrario. Pero me gustaría haber visto invertida una cantidad de dinero semejante en políticas sociales en nuestro país. Tengo la extraña sensación de que a nuestro presidente siempre le han preocupado más los ciudadanos de otros países menos los del suyo. ¿A alguien más le pasa? Todo esto se lo debemos a la droga más dura y de mayor consumo, a nivel mundial, del siglo XXI: el oro negro. Solo hace falta ver las medidas que se están ejecutando por el Gobierno para reducir el consumo energético del país (sobre todo de las energías derivadas del petróleo) para darse cuenta de cómo la sociedad vive abrazándose a un barril de brent. Correr menos y cambiar bombillas, ese es el plan, resumido.

Parece ser que bajando 10 km/h la velocidad máxima para circular dentro de los límites de España, va a reducir el consumo de gasolina y gasóleo de los españoles. Nadie asegura un resultado concreto, todos andan especulando con cifras y porcentajes y comparándose con países como Alemania o Estados Unidos, países donde el límite se establece en los 120 o los 128 km/h, o simplemente no existe límite alguno. Los culpables de esta medida se pasan el día entero asegurando a las víctimas de que esto es completamente necesario. En mi opinión, si fuera realmente necesario, no habría que justificarse delante de nadie. Un hecho que puedo asegurar es que el coche de mi madre consume menos si circula a más velocidad. Una medida que a mi parecer es de lo más absurda, pues si nadie respetaba el límite de los 120, dudo que lo hagan con el de 110. Una medida de “ahorro” maquillada con el único propósito de aumentar el ingreso estatal por multas de tráfico. También nos hacen cambiarnos de neumáticos, por unos que supuestamente ahorran combustible. El precio de cada neumático ronda los 100 € la pieza. El Gobierno ofrecerá una ayuda económica de 20€ por rueda cambiada. Una vez más el Ejecutivo ataca la cartera del ciudadano, inventándose gastos personales calificándolos de necesarios para una buena recuperación económica.

Pero no todo son malas noticias. Parece ser que, por fin, tras más de 2 años de crisis, el Gobierno, que apuesta tanto por las energías renovables, se ha dado cuenta que el país despilfarra electricidad. ¡Menuda sorpresa! Sobre todo en edificios públicos que se encuentran las 24 horas iluminados. Sí, edificios públicos, es decir, la factura eléctrica la pagamos entre todos. También se ha decidido que, de aquí a 5 años, se cambiarán la mayoría de las bombillas del alumbrado público. 5 años. O sea, los conductores han de pagar los 320 € (aprox., precio con el descuento estatal aplicado) por sus ruedas del coche cuanto antes, mientras que las bombillas ya se cambiarán con el paso del tiempo y, a poder ser, ellas solas.

Además, el Banco Central Europeo no nos los está poniendo fácil. Trichet ha decidido hacernos la puñeta subiendo los tipos de interés de casi todos los préstamos. Un lujazo que se puede permitir Europa gracias al crecimiento en los últimos meses de Francia y Alemania. Se deja notar claramente el espíritu de economía comunitaria y de apoyo mutuo. Dicho con ironía claro está, pues a España esto le sienta como una patada en los mismísimos. Sube el precio de las hipotecas y el combustible. Cojonudo. La base del país se está hundiendo y lo único que parece importar es nuestra imagen en los mercados internacionales. Ya espabilará la cúspide de la pirámide cuando la arrastremos irremediablemente con nosotros.

Y para ponerle la guinda a la tarta, remataré con las estupideces de esta semana: Galliano y Ruby. Claro ejemplo de personas inmunes a la crisis, eso sí, sin tener que ver nada con la política. Al diseñador, a sus 50 y sin la preocupación de un posible embargo de su propiedad por impagos al banco, le parece importar ya un bledo lo que digan de él. Es comprensible. En su situación, cualquiera se puede permitir hacer lo que sea. La joven prostituida por Il Cavaliere parece definir cada vez mejor su oficio profesional, impulsado por el Primer Ministros de Italia. Eso sí, ella no se ve como una baratija. Por 40.000€ acompaña a multimillonarios con sombrero tejano a fiestas de alta categoría. La chica ya tiene bien claro con qué tipo de clientes prefiere moverse. Sin duda, dos personas que no contribuirán, como todos nosotros, a la libertad y a los derechos de un pueblo que lleva 42 años de sufrimiento.

(Este texto es de alto grado de subjetividad y de carácter meramente personal)

1 comentario:

  1. Puto blogspot, me ha dado error y me ha borrado el comentario, ya lo pondré otro día.

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