Quiero morder a mi perro.
Un perro viejo, gordo, sucio. Quiero morderle. Aún no he decidido si el rabo, el lomo o una pata; creo que lo haré cuando me acerque. Cuando me atreva a acercarme a él. Está ahí, tirado delante de mí, haciéndose el dormir. Yo sé bien que lo único que hace es hacerse el dormido ahí delante. Se burla de mí. Sabe que quiero morderle y se burla de mí. Piensa que no me atreveré, y más después de que se lo haya contado a todo el edificio. Ahora todos los vecinos saben que le voy a morder, y aunque creo que les da igual, no me ha gustado. Va a ser un hecho noticioso, hombre muerde a perro. A ese perro viejo, gordo, sucio.
¿Y por qué aún no me he atrevido a acercarme? Porque me da miedo, me da miedo lo que vayan a pensar. Lo que vayan a pensar los que lean lo que he hecho. Hombre muerde a perro. Es el qué dirán lo que a mí me quita el sueño y a él se lo da. No hacer cosas por miedo a los demás, eso sí que es bueno, piensa el perro. Ese estúpido perro. Ahí tumbado, haciéndose el dormido. Tres días llevamos en la misma posición, quizás él más, no recuerdo ahora. Hoy es el tercer día, eso seguro. Pero él haciéndose el dormido lleva más. Y esas gordas, estúpidas moscas a su alrededor que no me dejan pensar. ¡¡JODER!! ¡¡Callaos todas!! Con tanto ruido no me oigo pensar. Gordas, estúpidas moscas revoloteando alrededor del perro dormido.
Un perro viejo, gordo, sucio. Quiero morderle. Aún no he decidido si el rabo, el lomo o una pata; creo que lo haré cuando me acerque. Cuando me atreva a acercarme a él. Está ahí, tirado delante de mí, haciéndose el dormir. Yo sé bien que lo único que hace es hacerse el dormido ahí delante. Se burla de mí. Sabe que quiero morderle y se burla de mí. Piensa que no me atreveré, y más después de que se lo haya contado a todo el edificio. Ahora todos los vecinos saben que le voy a morder, y aunque creo que les da igual, no me ha gustado. Va a ser un hecho noticioso, hombre muerde a perro. A ese perro viejo, gordo, sucio.
¿Y por qué aún no me he atrevido a acercarme? Porque me da miedo, me da miedo lo que vayan a pensar. Lo que vayan a pensar los que lean lo que he hecho. Hombre muerde a perro. Es el qué dirán lo que a mí me quita el sueño y a él se lo da. No hacer cosas por miedo a los demás, eso sí que es bueno, piensa el perro. Ese estúpido perro. Ahí tumbado, haciéndose el dormido. Tres días llevamos en la misma posición, quizás él más, no recuerdo ahora. Hoy es el tercer día, eso seguro. Pero él haciéndose el dormido lleva más. Y esas gordas, estúpidas moscas a su alrededor que no me dejan pensar. ¡¡JODER!! ¡¡Callaos todas!! Con tanto ruido no me oigo pensar. Gordas, estúpidas moscas revoloteando alrededor del perro dormido.
Escritura automática; personalmente no me gusta como ha quedado (bla, bla, lo que siempre se suele decir diréis) pero he seguido las normas del juego como las entendí: escribir lo que te sugiera la palabra. Escritura automáticas, cuando empecé con la primera frase, que era mi idea, no sabía cómo seguiría ni cuando acabaría, de hecho, podría haber seguido escribiendo… pero ya no tenía gracia.
ves, ese enfoque no se me hubiera ocurrido, mola jaja
ResponderEliminarEl perro está muerto¿
ResponderEliminarY sin embargo, me ha gustado.
Alegrome, Jacobo, sabes que tu opinión es importante.
ResponderEliminar¡Y yo qué sé si el perro está muerto!
Yo creo que sí está muerto... Demasiados días sin moverse....
ResponderEliminarLo q este relato me sugiere es un piso medio vacío y destartalado, con latas de cerveza y colillas por el suelo, un drogadicto y su perro muerto, un drogadicto que cuenta las rendijas de la persiana cuando no logra dormir por el día.
ResponderEliminarO no tienen porque ser las drogas, la soledad lo hace enloquecer, y por eso la toma con su único vínculo emocional: su mascota.
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