Hoy es uno de esos días que te apetece contar a todo el mundo, o no contarlo; pero que guardarás un buen recuerdo de él.
Jueves por la mañana. Oigo a mi madre hablando con mi padre en la cocina, huele a ensaimadas y café. También hay prensa (mala, pero prensa).
Voy a por el autobús, tengo que correr; pero lo cojo. Veo una cosa fascinante: una chica leyendo mientras camina por la calle, sin levantar la vista. Y lo sorprendente es que no se choca, no se tropieza con nada. Eso sí, para cruzar, mira. Vaya pasión por la lectura (la que me falta y debería tener yo).
Desayuno (otra vez), derecho (me sacas de quicio), clase, derecho (me sacas de quicio) y a comer.
Va, no me apetece ir a inglés, y tras varios minutos de convencer a mi compañera y a su Pepito grillo, “piroleamos”.
Viaje en el bus filosofando sobre los problemas y la importancia que le damos, así como de la forma de mirar de la gente. Los ojos.
Más tarde, una de risas mil “con” Bartolo, cuánto te mide esto, saltos y otras paridas.
Y aquí estoy, viva, que es lo más importante. Porque eso es lo importante de la vida, vivirla a tope, hacer lo que te apetece, reflexionar, reír, conocer gente, y llegar a casa con la sensación de que eres feliz.
Gracias a todos los que han participado en mi día.
De nada.... (Porque el ratito de la terraza de Derecho cuenta como participación, no?).
ResponderEliminarobvio!
ResponderEliminarAIIIIIIIIIIII me he sentido muy pero que muy involucrada en este articulo e estrella...
ResponderEliminarAi mi pepito grillo que da mal muchas veces pero cuanto lo quiero.
Y la tarde del jueves...amo los momentos en los que te ries hasta llorar y no puedes parar de reir.
Fue un dia genial
gracias por todo